Thursday, September 28, 2017

Trabajadores y sindicatos en el Canal de Panamá


Se ha desatado un debate en el país en torno al Canal de Panamá y los trabajadores que allí laboran. Por un lado, los críticos de los niveles salariales que existen en la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), señalan que deben reducirse los emolumentos que se pagan a esos trabajadores. Por el otro, la gerencia de la ACP plantea que se pagan salarios correspondientes a la productividad de los obreros, empleados y técnicos. Lastimosamente, el debate no refleja la realidad y, mucho menos, los intereses del país.
Los trabajadores de la ACP reciben salarios que triplican o más la media predominante en el mercado de trabajo nacional. Obviamente, no son más ‘productivos’ que los trabajadores del resto del país. El aseador, la secretaria o el pasa-cable de la ACP no es mejor que aquellos de otras empresas. En realidad, no hay como comparar la ‘productividad’ del pasa-cable o de los pilotos y prácticos del Canal en Panamá. No existe otro Canal. Podemos comparar los salarios con los trabajadores del Canal de Suez, del rio St. Lawrence (Canadá) o de Kiel (Alemania). Interesante sería compararlos con los especialistas que navegan sobre las esclusas de la gran represa china de Las Tres Gargantas
Pero veamos cuál es la realidad y cuáles son los intereses nacionales. En 2000 los trabajadores de la ACP comenzaron a trabajar con una escala salarial negociada por los sindicatos norteamericanos frente a la entonces Comisión del Canal de Panamá (PCC). Los trabajadores de EEUU recibían un 25 por ciento adicional de ‘estimulo’ por laborar en un medio tropical. (Un residuo del racismo norteamericano que aún prevalece donde ellos se encuentren). En el transcurso de los 17 años que han transcurrido desde que el Tratado del Canal (Torrijos-Carter) de 1977 caducó y la vía es administrada por el gobierno panameño, los salarios en EEUU han aumentado a un ritmo mayor que los de la ACP.
Los salarios de los trabajadores de la ACP habrían colapsado si no fuera por los sindicatos que defienden sus conquistas. En la actualidad, hay siete sindicatos en la ACP. Cada uno tiene poder negociador, unos más otros. Quizás el más poderoso es el sindicato de los prácticos (pilotos que guían los barcos por el Canal de 80 kilómetros entre océano y océano y navegan por las esclusas). Una protesta o paro de éstos paralizaría los tránsitos por el Canal en forma instantánea. La fuerza verdadera de este sindicato, sin embargo, está en su asociación con las organizaciones sindicales internacionales. Una queja de los trabajadores del Canal encuentra un eco inmediato en todos los puertos del mundo.
Hay cuatro organizaciones sindicales en la ACP que agrupan cerca de 2000 trabajadores. Estas son  la Unión de Prácticos del Canal de Panamá (UPCP), la Unión de Ingenieros Marinos (UIM), la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta (UCOC) y el Sindicato de Bomberos del Canal (IAFF). También hay tres sindicatos que agrupan a 8 mil trabajadores llamados no profesionales. Estos se agrupan en la Unidad Negociadora de Trabajadores No Profesionales que representa una coalición integrada por el el Panama Area Metal Trades Council , el National Maritime Union y el Sindicato del Canal de Panamá y del Caribe. Estos tres sindicatos representan el 80 por ciento de los 10 mil empleados de la ACP.
Quizás donde se podrían reducir salarios sería entre los ejecutivos que llegaron a la ACP en los últimos tres lustros. Más aún, se podrían eliminar los privilegios de los miembros de la junta directiva.
Más importante que los salarios de los trabajadores - para el debate nacional - es lo que entendemos por el Canal y su contribución al desarrollo del país. El próximo año fiscal por concepto de peajes, la ACP recibirá US$3 mil millones. De ese total, US$1.6 se destinará directamente al fisco para integrarse al presupuesto del gobierno nacional. Esos recursos no serán incorporados a un plan de desarrollo porque no existe. La totalidad será gastada en importar artículos de lujo (autos, materiales de construcción, electrodomésticos y otros). También en importar rubros que deberían producirse en el país (arroz, frutas tropicales, vestimenta y otros).
Pensemos en el país y no en los salarios de los pocos trabajadores que están bien remunerados. ¿Cómo hacemos para que todos los panameños tengan salarios similares a los trabajadores del Canal? Invirtamos los recursos del Canal en un plan de desarrollo.

28 de septiembre de 2017.

Thursday, September 21, 2017

La corrupción y las elites políticas

Los gobiernos (o regímenes) se tambalean por causas internas. A menudo estas son abanicadas por intereses de otros países, especialmente potencias militares. Al contrario, también están los casos de gobiernos apoyados por potencias extranjeras que no logran sostenerse y caen estrepitosamente. (Casos de Batista en Cuba, 1959, y Somoza en Nicaragua, 1979, entre otros). Quizás el elemento que se asocia más con el desmoronamiento de un régimen es la corrupción. Quienes ocupan el poder una vez asociados con la corrupción se des-legitiman y pierden toda base de apoyo para sostenerse.
Quienes han escrito sobre la corrupción tienden a relacionar el problema con tres causas. Por un lado, señalan – equivocadamente – que es propio de la ‘naturaleza humana’. En otras palabras, así somos y no hay algo que pueda corregirlo. Por el otro, es una desviación en la conducta de quienes vivimos en sociedades que normalmente rechazan este tipo de comportamiento. Un planteamiento sin fundamento. Por último, hay quienes argumentan que la corrupción es el resultado del sistema en que vivimos y su necesidad de reproducirse.
Mario Unda, sociólogo ecuatoriano, señala que el sistema económico en que vivimos es corrupto por definición. Unda apunta a cinco causas de corrupción asociadas a la economía. Primero, el enriquecimiento por medio de los sobornos en “un período de recambio de elites políticos”. Popularmente se habla de ‘los nuevos ricos’. Segundo, se puede hablar de los ‘ricos’ tradicionales que corrompen todo lo que encuentran a su alrededor. La riqueza generada queda en manos de la empresa que corrompe (mediante los sobreprecios) y ‘la coima va al funcionario’.
En tercer lugar, “cuando una empresa paga un soborno para obtener un contrato, ese pago se convierte en una inversión destinada a desplazar y a sacar del juego a sus competidores”. Cuarto, “la corrupción es uno de los mecanismos de la afirmación y reproducción de las relaciones de dependencia”. En quinto lugar, la corrupción es uno de los mecanismos más recurridos para asegurar el reparto del plusvalor social entre el Estado y el capital privado”.
La corrupción es igualmente importante entenderla como un arma política. Mantiene unida a la elite de la sociedad, la que controla los medios de poder que van desde el gobierno, los aparatos represivos (policía y militares), el sistema educativo, los medios de comunicación y las iglesias. Según Unda, la función política de la corrupción “está relacionada con la formación, la ampliación y la reproducción de las elites políticas en la medida en que permite o facilita el establecimiento y el mantenimiento de redes verticales y horizontales que necesariamente se encuentran como sustrato de cualquier elite política. En su funcionamiento se mezclan con relaciones de clientela que ofician de intermediarias para el intercambio de beneficios (como el empleo, por ejemplo) por respaldo político. En conjunto con otros mecanismos (mejora de sueldos, etc.), la corrupción permite que la nueva elite se levante sobre su antigua posición social y adquiera nuevas posiciones de privilegio”.
Según Unda, “bien miradas las cosas, la corrupción es un mecanismo de mucha utilidad en el establecimiento de las relaciones de cercanía cotidiana que se requieren para la estabilización del bloque en el poder. Se trata de la presencia de lazos invisibles a los ojos del común de los mortales. Otra función política de la corrupción es prestarse para ser usada prácticamente en cualquier momento por cualquier actor interesado. En tanto arma ampliamente disponible, la corrupción ofrece - en momentos de crisis - chivos expiatorios fácilmente identificables por la ira popular.
La corrupción es parte de la lucha entre capitalistas y entre estos y otros sectores de la sociedad por apropiarse de las riquezas que se producen en una sociedad. En el caso de Panamá, es obvio que la enorme riqueza que generaron los Tratados del Canal (Torrijos-Carter) de 1977, desató una lucha entre los sectores productivos y rentistas del capital por el control de los aparatos de gobierno (represión y reproducción). Cuando el Canal de Panamá se traspasó al Estado panameño en 2000, la corrupción se hizo exponencial. Sin controles ni regulaciones, la corrupción se convirtió en la herramienta para definir nuevas alianzas entre los sectores dominantes. Los partidos políticos son las máscaras que utilizan para presentarse en público y celebrar elecciones.
El bloque en el poder (como lo llama UNDA) en Panamá ya no es el mismo que hace 25 años. ¿Podrá sostenerse o caerá des-legitimado?

21 de septiembre de 2107.

Thursday, September 14, 2017

Corea del Norte: Paz, desmilitarización y unificación


La crisis militar en la península coreana tiene más de 60 años. Es el resultado del fin de la segunda guerra mundial y la repartición del mundo por parte de los ejércitos victoriosos. Corea es una sola nación dividida en dos Estados. A principios del siglo XX fue colonizada por Japón. Derrotado el imperio del ‘sol naciente’ por EEUU (en 1945), éste se consideró heredero de la colonia coreana. Sin embargo, fuerzas de resistencia armada locales ya existían en la península y crearon su propio gobierno. A fines de la década de 1940, EEUU invadió a Corea y obligó a los ‘partisanos’ a retirarse poco a poco hacia el norte.
A principios de la década de 1950 intervino el Ejercito Rojo de China y detuvo el avance norteamericano en Corea. Las partes dividieron a Corea en dos repúblicas. El norte bajo el gobierno de una alianza popular (con el apoyo de China y la Unión Soviética) y el sur con un régimen plutocrático (ocupado militarmente por EEUU). Para alcanzar este objetivo, se firmó un cese de la guerra pero no un fin al conflicto (Tratado de Paz).
Lo más importante en este caso es tratar de entender que caracteriza – en la actualidad -el enfrentamiento entre la República Democrática de Corea (Corea del Norte) y EEUU. También analizar el papel de la República de Corea (Corea del Sur), China, Japón y Rusia.
Desde 1953, Corea del Norte pone sobre la mesa de negociaciones con EEUU tres puntos:
  1. La firma de un Tratado de Paz entre Corea y EEUU.
  2. La evacuación de todas las bases militares y tropas de EEUU de la península coreana.
  3. La unificación de las dos Coreas (Sur y Norte).
EEUU nunca ha aceptado sentarse a negociar con Corea del Norte. En años recientes, Corea del Sur ha mostrado interés en negociar con su contraparte del Norte pero ha sido desautorizado por Washington. ¿Qué proponen los políticos norteamericanos? Una rendición incondicional de Corea del Norte y su integración al Sur. Esto significaría una ocupación militar norteamericana del norte de Corea.
Una alternativa como esta es inaceptable por parte de Corea del Norte. Tampoco es bien vista por China y Rusia. Incluso, Japón y Corea del Sur tampoco apoyarían una solución de este tipo. Corea del Norte optó desde el fin de la guerra con EEUU, en 1953, por una defensa militar. Dejó en manos del los chinos y soviéticos (de aquel entonces) la diplomacia. Han pasado más de 60 años y EEUU no ha cambiado su posición: rendición o destrucción total.
Corea del Norte tampoco ha modificado sus propuestas: Paz, desmilitarización y unificación. Al mismo tiempo, ha promovido constantemente su preparación militar. A principios de siglo XXI entró en la carrera nuclear. En pocos años ha creado la capacidad de fabricar bombas de destrucción masiva y cohetes para transportarlas. Los coreanos del norte dicen que este armamento sirve como un disuasivo contra EEUU que tiene bases en Corea del Sur y Japón con capacidad nuclear. También tiene una Armada que rodea a la península con capacidad de destruir de un solo golpe a la parte norte.
China ha sido el aliado de Corea del Norte desde 1949. Rusia después de 1989 no ha abandonado su viejo aliado pero ahora lo hace más por razones geopolíticas. Japón no ve con buenos ojos la constante intromisión de EEUU en la región noreste de Asia. Es un juego geopolítico entre todas las potencias para controlar uno de las áreas más estratégicas - económica y militarmente – de la tierra. Como consecuencia de la segunda guerra mundial, se dividieron Alemania y Vietnam. Pero ya se reunificaron. Le falta dar el paso a Corea. Corea del Norte tiene que dar un paso adelante en el mundo diplomático y llevar su caso a la comunidad internacional. El mejor ejemplo de este tipo de diplomacia la dio Panamá en el siglo XX. Expulsó a las tropas norteamericanas de la ‘Zona del Canal’ y acabó con el colonialismo con una campaña mundial que terminó arrinconando a EEUU. Panamá también amenazó con el uso de la fuerza al señalar que el Canal de Panamá no podía sobrevivir en un país ocupado por fuerzas extranjeras.
Corea del Norte ha demostrado que tiene determinación, fuerza y una identidad inquebrantable. Ahora le falta ocupar el escenario mundial con su diplomacia.
14 de septiembre de 2017.

Thursday, September 7, 2017

TISA raya nueva cancha de ‘juego’ global


La sociedad panameña en su conjunto ha llegado a un punto de hastío muy desestabilizador al enfrentar la cadena de casos de corrupción continuos y sin interrupción desde hace varios lustros. Los tres órganos del Estado – Ejecutivo, Legislativo y Judicial – se encuentran permanentemente envueltos en escándalos que han deslegitimado los aparatos de gobierno y a una clase social que se ha enriquecido deshonestamente.
Con motivo de los casos más recientes, las organizaciones populares decidieron salir juntos para rechazar la corrupción y la impunidad que pretenden imponer los gobernantes.  A las cuatro de la tarde se concentrarán frente a la Asamblea Nacional de Diputados para marchar hacia la Corte Suprema de Justicia. Organizaciones sindicales, empleados, estudiantes, mujeres y la sociedad panameña marcharán para denunciar la situación con una demostración masiva de protesta.
En la actualidad, hay un expresidente detenido en EEUU, también hay exministros privados de libertad, enjuiciados o prófugos. Igualmente, hay muchos empresarios que esperan que llegue la justicia a sus puertas.
El presidente Juan C. Varela está consciente del desmoronamiento que experimenta el tejido social del país, pero es incapaz de tomar medidas correctivas. El Tratado de Libre Comercio ha arruinado empresarios agrícolas y pequeños productores. Además, ha cerrado empresas y generado un desempleo galopante (encubierto en el mal llamado ‘empleo informal’). En Barú (tierras de producción bananera) se quiere expulsar a 800 familias de sus parcelas. En la ciudad de Colón se está desplazando a miles de familias para limpiar un área que pretende convertir en Zona Libre. En el área más poblada de la ciudad de Panamá – Juan Díaz – las inundaciones provocadas por los rellenos de los manglares para construir urbanizaciones ‘cerradas’ están perjudicando a más de 20 mil familias. Todos estos casos y muchos más son el producto de colusiones entre gobernantes (a todos los niveles) y empresarios que se reparten los sobre costos y las coimas para que todos miren en la otra dirección.
Los gobernantes aseguran que entramos en una nueva era: la globalización. Gracias a esta nueva forma de generar ganancias a escala mundial, los países como Panamá deben competir para ser los primeros en arruinarse. Las políticas neoliberales y el despojo generalizado son los métodos que permitirán hacer realidad la globalización.
Es una lástima que la clase social que gobierna el país y comparten las riendas con el capitalismo internacional no tengan idea de lo que realmente está viviendo el mundo.
En lugar de asumir una posición agresiva a escala global – aprovechando la posición geográfica del país – los gobernantes y los capitanes de la clase financiera extienden la mano hacia las corporaciones extranjeras pidiendo algunas migajas.
Nuestro gobernantes le dan la espalda a la historia y nos hunden cada vez más en un hoyo del cual será muy difícil salir. Después de una larga espera hizo su aparición TISA (Trading in Service Agreement), tratado internacional impulsado por EEUU que pretende homogenizar (globalizar) todos los intercambios comerciales – mercancías y servicios – a escala global. El gobierno panameño recién publicó una Resolución mediante la cual las corporaciones extranjeras (mal llamadas ‘multinacionales’) pueden operar en el país sin las regulaciones que controlan sus desafueros.
La Resolución no corresponde a legislación alguna e, incluso, riñe con la Constitución Política. La Resolución deja sin protección a los trabajadores de cuello blanco. La Resolución también abriría a las universidades oficiales del país a la competencia extranjera.
TISA fue concebido por el grupo de los siete países (G-7) más poderosos en el mercado capitalista mundial. Junto con el Banco Mundial y el FMI, descubrieron que existen nichos ricos que pueden explotarse en forma ventajosa. TISA tiene como objetivo borrar todas las fronteras nacionales de los llamados países ‘periféricos’ en el mundo: la globalización.  El gran capital financiero que opera a escala global pretende ampliar los márgenes de las ganancias de los inversionistas de los países llamados ‘centrales’. 
La extracción de las riquezas de una región o de los países periféricos depende de la mano de obra disponible y el nivel de desarrollo de esa fuerza de trabajo (el llamado ‘capital social’). A diferencia de las mercancías (commodities) no humanas (alimentos, minerales y otros bienes de bajo valor agregado) que no protestan si son manipuladas o trasladadas a distintos países, los seres humanos que son portadores de mano de obra o fuerza de trabajo si protestan y se movilizan si son objeto de abusos.

7 de septiembre de 2017.